30 junio, 2015

ALERGIA ALIMENTARIA

La alergia a los alimentos es una respuesta inmune exagerada del organismo cuando entra en contacto con el alergeno alimentario. 
En sus formas leves pueden ser de naturaleza transitoria (ceden con el tiempo), pueden provocar cuadros cutáneos (desde urticarias a eccemas pasando por la dermatitis atópica), cuadros gastrointestinales (ej. diarrea crónica), molestias digestivas inespecíficas, náuseas-vómitos, dificultades para tragar (esofagitis eosinofílica) y en casos severos shocks anafilácticos con riesgo de muerte.
No se debe confundir la alergia a alimentos con la intolerancia a los alimentos, que es la incapacidad de consumir ciertos alimentos o nutrientes sin sufrir efectos adversos sobre la salud. Los efectos pueden ser más o menos rápidos sobre la salud. La intolerancia a los alimentos se distingue de las alergias en que estas últimas provocan una respuesta del sistema inmune, activando la Inmunoglobulina E (IgE) u otros mecanismos inmunes; y las intolerancias se deben en general a déficit enzimáticos que impiden la adecuada metabolización del nutriente.
Hay proteínas comunes entre los pólenes que producen rinitis o asma y muchos alimentos vegetales. Muchos alérgicos a pólenes se vuelven alérgicos a algunos de estas proteínas y entonces comienzan a tener problemas con muchos alimentos vegetales. Por ejemplo las proteínas transportadoras de lípidos (LTP, lipid transporting protein) están en la piel de damasco y están también en múltiples frutas o verduras más, por lo que los que tienen alergia a LTP, comienzan a tener problemas alérgicos con frutos secos  y otras muchas frutas y verduras. Otra son las profilinas, proteínas estructurales de frutas y verduras, que dan reacciones habitualmente más leves que las LTP pero con muchas frutas o verduras, otras es el síndrome latex/frutas, muchos alérgicos al latex (guantes, preservativos, globos, etc.) tienen alergia a frutos secos y a frutas tropicales, tomate, etc.
Fuente: Wikipedia