30 junio, 2015

LECHES VEGETALES Y SUS PROPIEDADES


- Avena
Por qué es buena: Contiene vitamina B y lípidos como los betaglucanos, que ayudan a la salud cardiovascular y reducen el colesterol. Su fibra permite una buena digestión.
Tener en cuenta: No aporta proteínas ni calcio.

- Quínoa
Por qué es buena: Buena fuente vegetal de proteínas y minerales como fósforo, hierro, potasio y fibra, que ayuda al buen funcionamiento del sistema digestivo.
Tener en cuenta: Aunque aporta proteínas, su contenido de calcio es mínimo, por lo que se recomienda su ingesta dentro de una dieta balanceada.

- Almendras 
Por qué es buena: Es fuente de magnesio, potasio y vitamina E, antioxidante que protege las células de los radicales libres y de enfermedades cardiovasculares.
Tener en cuenta: No es lo mismo consumir el fruto que la leche. Aunque las almendras son ricas en calcio y proteínas, para hacer leche solo se necesita una pequeña cantidad de fruto, que al ser diluido en agua disminuye su aporte nutricional.

- Soya
Por qué es buena: Aporta proteínas, calcio y ácidos grasos. Su aporte calórico es similar al de la leche de vaca descremada (45 cal por 100 ml) y no contiene colesterol. Además, es fuente de fitoestrógenos –similares a las hormonas femeninas– que regulan la función endocrina y alivian los dolores premenstruales.
Tener en cuenta: Se recomienda consumirla con moderación durante el embarazo por la presencia de fitoestrógenos. Al provenir de una legumbre, puede producir hinchazón y sensación de pesadez en algunas persona

- Arroz
Por qué es buena: Es una alternativa para los alérgicos a los frutos secos o a la soya. No contiene grasas saturadas ni eleva el colesterol. Es buena fuente de vitamina B12 que ayuda a la formación de glóbulos rojos y al funcionamiento del sistema nervioso central. Además, regula el proceso digestivo.

Tener en cuenta: Tiene un bajísimo aporte proteíco, no contiene calcio y es dos veces más rica en carbohidratos que la leche de vaca, por lo que los diabéticos deben vigilar su contenido en azúcar.

FUENTE: Revista Paula 2015